3.- Descripción de actividades.

 

El servicio de transfusión de un hospital tiene como principal finalidad llevar a cabo procedimientos de transfusión de los diferentes componentes sanguíneos; así como sucede con la gran mayoría de los medicamentos introducidos en el cuerpo humano pueden presentar reacciones o eventos secundarios de diferentes grados, leves, moderados, severos o incluso la muerte en corto o mediano plazo; a pesar de que los componentes sanguíneos son compatibilizados en el Banco de sangre para reducir los riesgos de un problema en un receptor, cuando son transfundidos en una persona sana o enferma pueden reaccionar de muy diferente manera a como sucede in vitro.

 

A pesar de ofrecer pruebas de compatibilidad transfusional completas, los diferentes componentes sanguíneos pueden presentar un sinnúmero importante de patologías que traducen y en signos y síntomas desafortunados para el paciente; es por ello que en el manual de procedimientos de aplicación de componentes sanguíneos, establece como medida precautoria el presentarse con el paciente los primeros 15 minutos de iniciada una transfusión, es ahí donde se presentan los principales eventos y pueden ser resueltos mediante la suspensión de la transfusión de manera inmediata,  la identificación de signos vitales después de terminada la transfusión debe llevarse a cabo con el fin de observar si hubo alguna variación.

 

Hoy en día existen cientos de eventos adversos relacionados a las transfusiones identificados en todo el mundo, siendo una de las primeras causas el cruzar hemo componentes al momento de la transfusión, es decir la aplicación de componentes sanguíneos a pacientes a quienes no se les identificó plenamente y se les transfundió de manera equivoca; algunos otros ejemplos en que los pacientes desarrollan eventos adversos a la transfusión por error humano es debido a malas prácticas en la donación de sangre, mala identificación de los componentes en un Banco de sangre, falta de capacidad técnica para resolver problemas de compatibilidad pre transfusional y malas prácticas de aplicación de hemo componentes en los hospitales.

 

En todos los hospitales que cuenten con servicio de Medicina transfusional se debe asegurar que el personal que aplica componentes sanguíneos tiene la capacidad de saber obtener los signos vitales e identificarlos como normales o anormales, y serán sólo ellos quienes puedan identificar de primera instancia un evento o reacción adversa a la transfusión; cuando se desconocen los parámetros normales de los signos vitales es difícil identificar un evento.

 

Los signos vitales que deben obtenerse previos al inicio de una transfusión son:

Presión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, temperatura corporal, y si es posible oximetría; además pueden existir una serie de signos y síntomas condicionantes o no de la enfermedad del paciente que deben considerarse durante una transfusión.

 

Los eventos adversos a la transfusión son muy variados y se han clasificado como inmediatos y tardíos o desde el punto de vista etiológico como inmunológicos e infecciosos, pero los que se observan con mayor frecuencia en el servicio de transfusión de los hospitales es el de tipo inmunológico e inmediato.

 

Entre los signos y los síntomas más frecuentes se pueden considerar, elevación de un grado Celsius comparativamente con el registro anterior, de igual manera se puede considerar otros datos clínicos como el escalofrío en grado variable, disnea o dificultad respiratoria, dolor en el sitio de la infusión, dolor torácico, dolor abdominal, dolor lumbar, puede también presentarse algunas manifestaciones en la piel como edema prurito, rash, e incluso un fenómeno conocido como urticaria; puede además el paciente presentar ictericia, color amarillo de la piel y las mucosas presencia de orina de color anaranjado o rojo, náuseas, vomito, hemorragias espontáneas como equimosis o petequias y en caso de tener afectación renal importante puede presentar el paciente oliguria e incluso a anuria.

 

Se ha identificado una prevalencia mundial en el que el 1% de las transfusiones desarrolla un evento adverso la transfusión en muy diversos grados, es decir leve, moderada, grave o incluso la muerte, y a pesar de haber terminado la transfusión algunas horas posteriores; e incluso con soporte terapéutico es muy importante tratar de conocer la causa del origen del problema para evitar que el paciente tenga un problema mucho mayor en la siguiente transfusión que puede ser en algunos días, semanas, meses o incluso años.

 

En el momento en el que se identifica un evento adverso a la transfusión se debe cerrar la vía de infusión por el cual se está aplicando el componente sanguíneo y continuar con solución salina y vigilancia estrecha, en este momento se tienen que estudiar a fondo las condiciones clínicas del paciente para valorar si es factible a pesar del riesgo, continuar con la transfusión o suspenderla definitivamente, en caso de decidir la suspensión definitiva es muy importante que el remanente del componente sanguíneo se coloque en una bolsa roja para RPBI de tal forma que se evite el derrame y se coloque en un termo y se envíe para su estudio al Banco de sangre del cual provino, es obligación del personal del Banco de sangre acudir a obtener una nueva muestra de sangre conocida como tubo piloto sin ningún intermediario, es decir, no deberá ser obtenida por personal del hospital y deberá hacer nuevamente el procedimiento de compatibilidad transfusional desde el principio.

 

Al momento de decidir la suspensión definitiva de la transfusión deberá elaborarse un breve resumen clínico con la identificación plena y segura del paciente, fecha, hora, edad, antecedentes, motivo de la transfusión, estado actual, y un médico encargado del Banco de sangre acudirá a revisar al paciente clínicamente para buscar evidencia que conlleve a identificar el problema o el motivo del evento adverso a la transfusión, cuando se termine de compatibilizar nuevamente con el tubo piloto recientemente obtenido y el remanente del componente sanguíneo el Banco de sangre enviará un informe de los hallazgos encontrados dirigido al médico tratante y al responsable del servicio de transfusión hospitalario, se hará a la mayor brevedad una reunión de comité de Medicina transfusional para dar a conocer el evento, posibles causas y consecuencias y formas en las que se deberán implementar actividades para evitar que suceda nuevamente en otro paciente.

 

Cuando sea necesario, el médico tratante podrá volver a solicitar otro componente sanguíneo en el entendido que será de alto riesgo para su paciente y deberá estar en estrecha comunicación con el personal del Banco de sangre.

 

En todos los casos de reacciones o eventos adversos a la transfusión el médico tratante deberá informar por escrito al paciente y a sus familiares lo ocurrido manifestando la posible causa, con el fin de tener las precauciones en la siguiente transfusión, las cuales deberán informarse al momento de una nueva hospitalización por si llegara a requerir un nuevo componente sanguíneo.

 

 

Sugerencias, quejas y felicitaciones.